Protagonistas: Bestas y Aloitadores
As Bestas: Alma Salvaje de Pura Raza Galega
El Caballo Gallego de Pura Raza (PRG), conocido tradicionalmente como «besta» en Sabucedo, es un subtipo de caballo pequeño que vive en las zonas montañosas de Galicia. A pesar de su vida en libertad, tiene un temperamento apacible, lo que lo hace ideal para equitación terapéutica.
En este contexto, cabe destacar que «besta» es el término que se le da a las yeguas, que son el principal activo de Sabucedo, ya que en cada manada puede haber varias «bestas» pero un solo caballo. Al caballo dominante de cada manada se le llama «garañón». Según algunos zoólogos, esta raza es en realidad el antecesor de los caballos domésticos actuales y se les conoce como garranos en Portugal.
El origen de esta raza se remonta a los celtas, que introdujeron un pony domesticado en el norte peninsular. Con el tiempo, se diferenció en varias razas similares a las que se encuentran en la fachada atlántica europea, manteniendo una estrecha relación con razas como la jaca navarra y la pottoka. Estos caballos, que son increíblemente resistentes a las inclemencias del tiempo, conforman un ecosistema muy sensible.
El Caballo Gallego de Pura Raza (PRG) es una raza de temperamento dócil, valiente e inteligente, con un perfil recto, un peso ligero (165-300 kg) y una capa de color marrón o negro. Físicamente, posee una cabeza proporcionada con orejas pequeñas y ojos grandes y expresivos. Su tronco tiene un cuello con abundantes melenas, una cruz prominente y una línea dorso-lumbar recta. Sus extremidades son delgadas, cortas y fuertes, con cascos pequeños y duros de color oscuro. Las crines y la cola son muy pobladas, y a veces, presentan pelo en el labio superior y la barbilla.
Os Aloitadores: La Tradición Persona a Persona
La figura del «aloitador» es la esencia de la Rapa. Son las personas que, con su habilidad y valor, se enfrentan cuerpo a cuerpo a las bestas en el curro. El trabajo del aloitador no se limita a la Rapa; durante todo el año, los vecinos de Sabucedo se encargan de su seguimiento, controlando ataques de lobos y recogiendo ejemplares heridos.
La técnica del «aloitamento» se basa en un estricto código de respeto y maña que se ha transmitido de generación en generación. Esta técnica consiste en inmovilizar al animal sin usar más herramientas que el propio cuerpo, mediante la acción coordinada de un equipo de tres aloitadores. En el curro, jamás se ha dejado de rapar a ningún caballo por fiero que fuese.
Esta tradición ha demostrado su resiliencia a lo largo del tiempo. La Rapa das Bestas nunca ha dejado de realizarse; incluso durante la Guerra Civil, cuando los hombres combatían en el frente, fueron las mujeres del pueblo quienes se encargaron de continuarla. Hoy en día, la creciente presencia de mujeres aloitadoras asegura que esta tradición sea inclusiva y siga viva.